El proceso del envejecimiento facial es algo normal y exclusivo en todas las personas y está especialmente enlazado con la carga genética de cada uno. Los años traen consigo mismo cambios en la piel y con ellos gradualmente se ven afectados los soportes de los tejidos blandos en la cara, al igual que el regeneramiento del colágeno, la proteína que aporta flexibilidad y elasticidad a los tejidos.
Estas marcas en la piel también suelen ser el resultado de las experiencias de cada ser humano, propias de la herencia, la personalidad, el humor o simplemente la edad, siendo así prácticamente la “historia personal” de cada individuo, pero cabe resaltar que a lo largo de lo años actuales se han creado diferentes métodos que ayudan a que la juventud sea más duradera logrando reducir el paso del tiempo en la piel, teniendo una gran efectividad y haciéndolos cada vez más populares y accesibles para todo tipo de personas que deseen mantener su belleza intacta o al menos hacer de ésta algo más permanente.
Medicina anti-edad
Alrededor de los 35 años de edad comienzan a manifestarse unos cuantos signos de envejecimiento lo cual muchas veces motiva a la consulta del especialista que debe de reunir datos de varios aspectos como el físico, emocional, psicológico y social, proceder a evaluar, aconsejar y finalmente planificar cómo se llevarán a cabo los procedimientos de rejuvenecimiento facial para revertir la temprana alteración de la piel, esto pensado en llevar un óptimo envejecimiento y ofrecer una calidad de vida mucho más agradable.
Las mujeres particularmente llevan el tema de la vejez con un poco más de seriedad debido a que la menopausia es uno de los más grandes exponentes en cuanto al deterioro a nivel hormonal, por la rapidez que este conlleva, pero gracias a los procedimientos que la medicina anti-age ha creado, las mujeres hoy en día pueden gozar de una juventud más extensa, que les brinda beneficios tanto estéticos como de salud, haciendo de estos procesos algo altamente recomendable.
Tratamientos
Hay una gran variedad de tratamientos pensados para el rejuvenecimiento facial, que se encargan de la reducción de arrugas, las marcas en la piel, manchas causadas por el sol, cicatrices, etc. Estos son procedimientos ambulatorios que no requieren de cirugías y que tampoco afectan para la reinserción de las actividades cotidianas, ya que estos no necesitan de cuidados especiales y tampoco requieren de largas recuperaciones; un ejemplo muy claro es el uso del Botox uno de los tratamientos estético faciales de mayor demanda, gracias a que es mínimamente invasivo y ofrece resultados a las 48 horas de haberlo realizado; se trata de una inyección de toxina botulínica tipo A, que detiene la contracción de los músculos, evitando arrugas y líneas de expresión, con una durabilidad de 4 a 6 meses.
El uso del ácido hialurónico es otro método muy utilizado para el desvanecimiento de varios tipos de arrugas, estas inyecciones se aplican especialmente en la zona de los labios o también llamado “código de barras”, en la frente, el mentón, patas de gallo o cicatrices; también está el uso de los hilos tensores que consiguen reafirmar la piel del rostro flácido, estas hebras finas son introducidas debajo de la piel y simulan una red de soporte para la piel, haciendo de esta mucho mas estable y menos flácida, además son capaces de estimular la regeneración del colágeno y elastina, pero lo más maravilloso de este procedimiento es que ni siquiera requieren de un procedimiento quirúrgico o algún tipo de anestesia.
Cabe recalcar que este modelo tratamientos no son de un excesivo costo y se pueden realizar para todo tipo de personas, debido a que los profesionales en este ámbito están altamente calificados para reconocer qué método es el más adecuado para cada persona, ya que saben examinar a todos los pacientes en cada uno de sus aspectos, para así poder brindar a este un procedimiento adecuado para mantener su belleza y juventud.